06 Oct
06Oct

Un joven polaco llamado K.Novak, se va a una fiesta privada, a la cual está invitado, en la ciudad de Siemianowice, cerca de la frontera Checa.

Como todos los jóvenes hemos hecho en una noche de sábado, Novak comenzó a beber, bebió hasta que en un momento de la noche se encuentra mal, el joven decide salir a la calle a tomar un poco el aire, pero nada más tocar la acera cae desplomado sobre ella. Novak queda inconsciente, un vecino que esta paseando se da cuenta de lo sucedido y avisa a los servicios médicos.

Cuando llegan los servicios médicos, Novak sigue inconsciente, durante media hora intentan reanimarlo, pero sin éxito, por lo que el médico certifica la muerte, así que Novak es trasladado a la morgue del hospital.

Eran las cuatro de la madrugada, cuando Lemov, un Guardia de seguridad del hospital, pasaba por delante de la puerta de la morgue, de repente un gimido le hizo detenerse, pero pensó que eran cosas de su cabeza, así que reinició la marcha, pero a los pocos segundos, lemov se volvió a parar, había escuchado aquel gemido, otra vez.

El Guardia se acerca a la puerta de la morgue, sigue escuchando aquel gimido, que ahora lo va escuchando con más nitidez. Atemorizados, lemov abre la puerta de la morgue y penetra en ella, ahora el gimido es verdaderamente tangible, el gemido esta pidiendo auxilio. Si duda la voz es humana y proviene de un de las neveras. El Guardia entonces decide aproximarse a las neveras e ir abriendo una a una, cuando llega a la puerta número 2, y la abre, el susto es mayúsculo, ya que al abrir la puerta, el Guardia se encuentra con los ojos abiertos de Novak, y su mano extendida hacia el. Lemóv, presa del pánico se aleja varios metros de la neveras, observando como el joven Novak, sale de su tumba refrigerado y le pide una manta. El Guardia boquiabierto coje una manta y se la da.

Después de realizar todo el papeleo  Novak sale del hospital, monta en un taxi con dirección a su casa. Pero algo ocurre en la cabeza de Novak por el camino, que ordena al taxista a llevarlo a la dirección donde había estado en la fiesta. Cuando llega la fiesta aún continúa, y como nadie lo hecho en falta a nadie le extraño su presencia.

Novak cuando salió del hospital, quería irse para casa, pero creo que Novak quería celebrar que había resucitado.

Esto parece ser un claro error médico  o tal vez de verdad Novak resucitó de entre los muertos.

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